jueves, 28 de julio de 2016

Boletín del Partido Popular de Aracena JULIO 2016 nº 86

ARACENA POPULAR
Boletín del Partido Popular de Aracena
JULIO 2016  nº 86

HISTORIA DE UNA ESCALERA.- Más de cuatro años llevamos pidiendo que se pusiera una barandilla o pasamanos en la escalera de la plaza de Doña Elvira. Por fin, tras pedirlo insistentemente en los plenos en el turno de  ruegos y preguntas al Sr. Alcalde, este mes se ha instalado. Si así evitamos algún descalabro, nos damos por satisfechos, más vale tarde que nunca.

EL JUEGO DE LA OCA.- Cuando los líderes políticos que han perdido las elecciones debieran estar llamando al timbre de la Moncloa para ofrecer su apoyo a la formación de gobierno, cuando ese apoyo debiera ser incondicional, a fin de evitar el bochorno de otras elecciones y cuando debieran estar poniéndose a disposición del ganador para facilitarle la investidura, por el bien de todos; en vez de eso, están con el tiro porque me toca, yendo a la casilla de salida, tirándonos al pozo y empujándonos del laberinto al treinta. El boicot continúa, el atasco político viene dado por los “regeneradores”. Los que venían a solucionar nuestros problemas son nuestro problema. Han sido castigados por no hacer los deberes y ahora, uno dice que no hace los deberes hasta que los haga el otro, y el otro, que no y que no y llora solo en su rincón.  Su comportamiento es infantil, no debieran estar en el congreso, debieran estar en el pediatra.

BAJA EL PARO.-  Es la cuarta bajada consecutiva, y el paro se sitúa a nieves de 2009, con 3.767.054.  Son 124.349 desempleados menos y la SS aumenta en 98.432 afiliados alcanzando los 17.760.271 personas. Es las segunda mayor bajada de la serie histórica. La primera también se produjo gobernando el PP. El PP crea empleo y el PSOE lo destruye.
En el mismo sentido la encuesta de población activa publicada en julio ratifica esta tendencia.

BOVEDAS ESTRELLADAS.- La historia se repite. Cuando el ayuntamiento compró una hermosa casa señorial de 1865 en la calle Barberos, el Sr. Alcalde presumía de la adquisición, de que se iba a proteger y mantener al servicio de la ciudadanía, de su suelo de losetas hidráulicas, de su carpintería de madera de castaño, de las posibilidades de su patio y de sus dos salones con bóvedas en forma de estrellas. Se hizo una exposición de fotografía durante una Semana Santa, se abrió al público para que la gente la admirara. Se iba a destinar a biblioteca. Se hicieron obras, se destejó, se quedó destejada durante meses, se llovió, se les quitó el relleno de tierra de las bóvedas que es lo que las mantiene unidas, se le echó una losa de hormigón. No existía, ni existe ya por desgracia, en Aracena una casa con esas bóvedas de un mérito extraordinario. La casa se vendió, la casa, se dividió en pisos y locales, las bóvedas se estrellaron en el suelo, y esos otrora magníficos salones, lucen ahora un ordinario techo raso de escayola. El enlosado hidráulico está cruzado de zanjas de cemento para enterrar colectores y desagües. La carpintería de madera de castaño es aluminio blanco, y el portón con aldabas de bronce es ahora  cuatro tablas mal ensambladas, el patio con su pozo enrejado ya no existe y es un solar degradado usado de aparcamiento. Eso es lo que alguno entiende por protección del patrimonio local. Ahora la historia se repite, se quiere adquirir una casa señorial en la Calle Constitución, “la casa de los marqueses” una hermosa casa del siglo XIX, para biblioteca, y para garantizar su conservación…

LA DESLEALTAD.- Los juramentos, las promesas, son actos formales por los que una persona asume un compromiso firme. El honor se compromete en defender una causa noble. En la toma de posesión de los cargos públicos se debe de jurar o prometer  cumplir y hacer cumplir  la Constitución y el resto de las leyes, con lealtad al Rey. Si expresas una promesa diluida en la que, en esencia, lo que dices es que prometes porque te lo impone la ley, no quieres prometerlo, pero lo haces para cobrar.  Si dices  que trabajarás por que se destruya aquello que prometes, estás diciendo que vienes a destruir el sistema que te da la oportunidad de estar ahí para destruirlo. Y si dices que tu única lealtad es al pueblo al que crees que representas en exclusiva, estás prometiendo lealtad a tu grupo o tribu y no a la sociedad. A eso se le llama ser un renegado. Muchos mártires cristianos murieron y siguen muriendo por no abjurar de Dios. No pedimos tanto, sólo que no nos tomen el pelo.